miércoles, 12 de febrero de 2014

Torta de queso

Qué pensará don Antonio mientras empuja la puerta. Puedo ver los pies arrastrándose, el pantalón desgastado, el hilo que reemplaza un cinturón, un cinturón que habrá tenido sus iniciales cuando era dueño del campo. Qué pensará don Antonio mientras entra, saca un número, le tocó el 068, camina, busca en sus bolsillos un billete de dos, lo estira me lo muestra y me señala los miñoncitos con la mano temblorosa y las uñas largas.
Le pongo siempre de más, sé que mientras me doy vuelta para guardar el pan se mete algunas pepas, de las de 9 pesos el cuarto, en la boca. No sé por qué no las guarda, en lugar de masticarlas todas juntas. Espero un poco antes de girar y entregarle la bolsa.

Me mira como diciendo “vamos que no tengo todo el día”. Le pregunto bien fuerte “cómo anda don Antonio” y me sonríe al límite de perder la dentadura. 

(Comienzo de Torta de queso) 

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